jueves, 21 de octubre de 2010

GLOBALIZACIÓN Y NEOLIBERALISMO: UN RETO PARA AMÉRICA LATINA

“GLOBALIZACIÓN Y NEOLIBERALISMO: UN RETO PARA AMÈRICA LATINA”

La Real Academia de las Lengua Española define globalización como "la tendencia de los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales"Noam Chomsky lo define como integración internacional e integración económica pero que ha devenido en una postura ideológica particular, que sostiene una forma específica de integración en la que el capital financiero ocupa un lugar privilegiado mientras que los individuos tienen una importancia accesoriaEl neoliberalismo fue un fenómeno que eclosionó con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, teniendo como cuna fundamental a Inglaterra y los Estados Unidos. En esencia, consistió en la articulación de una respuesta teórica y política encaminada contra el estado paternalista y de bienestar general que se había entronizado en la mayoría de los países capitalistas en los años de posguerra.

Las dificultades económicas por las que atravesaba América Latina a inicios de los años 70 fue el momento más propicio para que los tecnócratas neoliberales encontraran el eco esperado a sus recetas en el hemisferio. Así, en América Latina las ideas neoliberales comenzaron a esparcirse con celeridad, bajo el influjo de las lecturas que de estas hicieron Milton Friedman y sus colegas de la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago.

Dos fueron las causas que coadyuvaron a la implantación del Neoliberalismo en América Latina: el papel desempeñado por los regímenes militares, especialmente en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, y el evidente fracaso del proyecto de desarrollo sobre la base de la “industrialización” y la “sustitución de Importaciones” (ISI).Lo que ocurre es que en la actualidad la globalización tiene otra naturaleza diferente a la de los momentos iniciadles. Su interés actual es el capital, el capital financiero, siendo las personas secundarias. En la actualidad, EE.UU. es el líder de este proceso, quien con el apoyo de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), pretende acelerar este proceso

Según Heinz Sonntag la globalización no es fenómeno nuevo en la historia, se han producido hechos, como el descubrimiento de América, el comercio a lo largo del Mediterráneo, el tráfico de esclavos africanos o los viajes a Oriente, que ya anunciaban el advenimiento de este proceso por el cual el mundo empezó a ver Heinz Sonntag como una aldea global.

Analizando los niveles de pobreza, Latinoamérica presenta los niveles más altos de desigualdad en la distribución del ingreso del mundo. El ingreso per cápita del 10% más rico supera, en muchos países, en cerca de 20 veces o más el 40% más pobre. Esta situación reduce ampliamente las posibilidades de alcanzar la meta de la disminución de la pobreza a través de la mejora en la distribución del ingreso, además también de afectar a otras áreas claves como el acceso a capital de producción, acceso al crédito, la educación, la salud y la información. Esta desigualdad ha contribuido enormemente a la pobreza hasta el punto de duplicarla virtualmente hablando.

Hasta hace algunas décadas se creía que país desarrollado era sinónimo de país occidental y cristiano; que para desarrollarse los pueblos tenían que olvidar sus tradiciones y volverse modernos.

Por lo tanto podemos observar que el proceso actual de globalización está provocando unos resultados desequilibrados, tanto entre países como dentro de los mismos. Se crea riqueza, pero hay demasiados países y gente que no comparten sus beneficios. Además, su voz se oye poco o nada en lo que se refiere a la configuración de proceso. Desde el punto de vista de la mayoría de las mujeres y hombres, la globalización no ha alcanzado sus aspiraciones simples y legitimas de puestos de trabajo dignos y un futuro mejor para sus hijos. Muchos de ellos viven una economía informal sin derechos legales y en países pobres donde subsisten de manera precaria en los márgenes de la economía global. Incluso en países donde prima el éxito económico, algunos trabajadores y comunidades se han visto afectados de forma adversa por la globalización, mientras que la revolución de las comunidades globales aumenta la conciencia de estas disparidades… estos desequilibrios son moralmente inaceptables y políticamente sostenibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario